En la península sur de la república mexicana, que comprende los estados de Campeche, Quintana Roo y Yucatan, se encuentra el secreto de la eterna juventud. La biodiversidad botánica endémica de la región ofrece una formula para mantener la salud: el Ramón, la pitaya, el tinto, el chicozapote, el chile habanero, etc. son algunas plantas, entre otras, que conforman parte del ecosistema de salud de la península.
El chile habanero, tan temido por su nivel de picor, es uno de nuestros cultivos de salud favoritos, pues ofrece un sin número de beneficios que equilibran nuestro sistema de defensa principalmente. Más allá de sus moléculas vitamínicas, como la vitamina C principalmente, para la construcción de colágeno, la vitamina A por su contenido de carotenoides, el chile habanero contiene
aminoácidos como triptófano, fenilalanina y lisina, que ayudan a regular muchas de las funciones del cuerpo.
El chile habanero aporta potentes antioxidantes al cuerpo, que ayudan a incrementar el flujo sanguineo que ayudan a prevenir la formación de coágulos en el sistema circulatorio, protegiéndonos de tromboembolias e infartos.
Se ha comprobado que una dieta que incluya el consumo regular de chile habanero puede ayudar a regular los niveles de insulina, especialmente en personas con sobrepeso. Asimismo, disminuye el colesterol en la sangre.
Así es que más que miedo a su consumo, contempla el beneficio a tu salud. Además su consumo contribuye a mantener un cultivo endémico con denominación de origen.
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